Oración: Contempla, Señor nuestra tristeza, fortalece nuestra fe y concede a nuestros hermanos difuntos el descanso eterno. Escucha, Señor, nuestras súplicas y haz que tus siervos, que han salido de este mundo, le sean perdonados sus pecados y libres de toda pena, gocen junto a ti la vida inmortal; y, cuando llegue el gran día de la resurrección y del premio, colócalos entre tus elegidos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.